viernes, 21 de marzo de 2014



“Los viejos son todos enfermos y discapacitados”

Tristemente vemos como los adultos mayores son discriminados de nuestra sociedad por su edad y porque con ellas se disminuyen las capacidades físicas, psíquicas y emocionales propias de las personas.

En un mundo donde es tan importante la “belleza física” y donde vivimos de las apariencias y la figura es tema de preocupación, cuando una mañana cualquiera nos encontramos frente al espejo y vemos que se han marcado en el rostro algunas arrugas, que la piel ya no es tersa, que los gorditos se hacen  notorios a nuestro costado, que debemos aplicar tinte para disimular las canas y como si fuera poco nos fatigamos fácilmente y debemos esforzarnos  para tratar de conocer a quien pasa a nuestro lado diciendo adiós. Marcas estas propias del paso de los años y de la inevitable llegada de la vejez.

Finalmente es en esta etapa de la vida que en cada persona se manifiesta de diferente forma debido a la influencia que tienen factores externos como: la alimentación, el estilo de vida que se ha llevado, el entorno ambiental y los factores hereditarios entre otros.Sin embargo, deberíamos recibir y aceptar este momento como la culminación de los proyectos de un plan de vida, donde disfrutemos los logros obtenidos, sin afanes y sin sobresaltos, disponiendo del tiempo suficiente para manejar y saborear los dulces sabores de la plenitud de la vida en compañía ojala de los seres queridos (familiares y amigos).



2 comentarios:

  1. Reflexionemos sobre nuestro trato hacia las personas mayores

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  2. Es cierto, con el paso del tiempo se vuelven más sensibles, al igual que un niño. Querámoslos mucho y prestémosles mucha atención :)

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