viernes, 21 de marzo de 2014

ENVEJECER HOY

En la actualidad el tema del envejecimiento se ha convertido en  una importante problemática social que debe ser abordada de manera interdisciplinaria debido a la complejidad que implica el hecho de que un alto porcentaje de seres humanos, de diferentes niveles culturales y estratos sociales, logren vivir más de 20 años luego de ser considerados personas mayores.

Asimismo en épocas pasadas era pequeña la proporción de personas que llegaban a lo que se consideraba   “vejez” y quienes lo conseguían posiblemente lo hacían con mala salud, con pocos recursos económicos  y, por lo general, sin ningún tipo de  oferta  de actividades sociales.

En occidente, las estadísticas vitales muestran que ha aumentado la esperanza de vida; se envejece con más salud y con más recursos que en otras épocas. Aunque estos recursos estén distribuidos en forma desigual según el estrato social de pertenencia, la posibilidad de vivir más años es un hecho constatable.

La vejez abarca ya un tercio de nuestra vida y esto exige no sólo que reflexionemos sobre ella, sino que también  obliga a  planificarla  para poder vivirla como una etapa más de desarrollo personal, como una etapa activa.
Por la misma razón, ya en el plano social, las políticas públicas  tienen la responsabilidad de promover acciones que favorezcan esta integración de las personas mayores en la sociedad, y que a la vez  incidan en el cambio de las imágenes negativas que han acompañado el modelo de la vejez hasta hace muy pocos años.

Por otro lado Goethe decía que volverse viejo era volverse invisible para la sociedad. Creo que hoy deberíamos permitirnos relativizar esta afirmación ya que por la cantidad de personas que alcanzan más de 80 años como grupo social, (los mayores) se han hecho más que visible debido precisamente al número, y al hecho irrefutable de que es un tema que compromete las cifras de la economía de los países y, en  tanto problema económico,  se ha convertido en un problema social que debe ser resuelto.

Es importante, además, señalar lo poco que se sabe respecto de las reales necesidades  de este grupo etario,  de sus características, de sus riquezas, de sus diferentes formas de envejecer, que se encuentran en gran parte invisibilizadas.



Freixas A. (1997) Envejecimiento y Género.  Anuario de Psicología. Barcelona.España

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